Mis referentes y estética cambian a medida que voy creciendo a nivel personal y profesional, trato de llevar esto hacia un lugar casi espiritual. Mis ideas emergen de lo que me conmueve en el momento: la flor prensada en el suelo, el aroma de la comida de mi mamá, la música que me eriza la piel, el paso del tiempo, los abrazos rompecostillas, los sueños reveladores, la nostalgia y todo aquello que encuentro en cada día. Ese es mi proceso creativo, lo que surge de un sentimiento hacia lo desconocido y me obliga a salir de mi zona de confort, una zona más auténtica y consciente, pues de eso se trata, de surgir y resurgir por lugares que no conozco aún.

En pocas palabras me considero una mujer emocional y desde muy pequeña he amado las artes y el diseño, es por eso que estoy dispuesta a hacer lo posible por crear narrativas que resuenen con identidades sensibles para plasmarlas de la manera más creativa y sostenible posible, entendiendo las necesidades de la industria en pro de su desarrollo.